FUENTE: Barris.org

Si queremos encontrar los primeros movimientos de la prueba del Decathlón, tendremos que remontarnos al 708 ade c. cuando esta disciplina, considerada como la más completa de todas, era el plato fuerte y la que más expectación levantaba, durante el curso de los Juegos de la Antigüedad. En aquellos remotos tiempos, esta prueba era conocida con el nombre de Pentatlón.

Esta disciplina que gozaba con el fervor de todo el pueblo griego, era esperada siempre con enorme expectación, dado que de ella salía, el atleta más completo y el guerrero más intrépido del ejército griego. Se tiene que conocer que el fundamento del Pentatlón, obedecía desde un principio, a la formación de los soldados del ejército griego, siempre predispuestos para afrontar las batallas más duras de aquellas épocas.

Las pruebas que componían esta disciplina, eran el salto de longitud, lanzamiento de jabalina, la carrera pedestrelanzamiento de disco y finalmente la lucha, que tenía tres especialidades, según las épocas (la lucha, el pugilato y la más brutal de todas ellas el pancracio, que era una mezcla de las dos anteriores, donde todo era válido, hasta llegar al inhumano estrangulamiento del contrincante.

Según describen los historiadores, existe la evidencia de que un tal Arriquión, mientras era estrangulado, tuvo tiempo antes de morir, de desencajar a su contrincante un tobillo obligándole al abandono, por lo que a título póstumo, fue proclamado vencedor.

Estos Juegos que tuvieron su apogeo en el siglo V a.C. fueron prohibidos en el año 393 d.C., durante la dominación romana, para ser sustituidos por otras sangrientas competiciones, cuya única finalidad, no era otra. como queda dicho que la preparación de futuros guerreros.

La duración de esta pruebas combinadas, tenían un formato de cinco días, donde en cada jornada, solo se disputaba una de las cinco programadas. El programa de esta competición, establecía que los atletas que más saltaban en longitud, pasaban a lanzar la jabalina, donde los cuatro mejores se clasificaban para disputar la prueba pedestre, de la cual los tres primeros, disputaban el lanzamiento de disco. Al final los dos mejores de este lanzamiento, disputaban la prueba de lucha, para determinar el vencedor.

Esta información procede del libro “Las Olimpiadas Modernas”, escrito por Conrado Durántez, Presidente de Honor del Comité Internacional Pierre de Coubertin.

LA ÉPOCA MODERNA DEL DECATHLÓN

Como a sucedido en otros deportes fue en Inglaterra, donde el atletismo que ya gozaba a mitad del siglo XIX de una cierta popularidad, organizaron las primeras pruebas combinadas, que tuvieron una buena aceptación, tanto por parte de los atletas, como de los aficionados.

Ya en la Era Moderna, esta prueba estaba presente en muchos festivales, que según los condados donde se disputaba, tenía una duración de uno tres días, hasta que definitivamente quedó fijado en dos, que son los rigen actualmente desde los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912. Un año más tarde se funda la IAAF con sede en Londres, que sería de donde emanarían todas las nuevas reglas del atletismo mundial.

El espíritu del atleta más completo, como se denominaba al vencedor en los Juegos de la Antigüedad, siguió prevaleciendo, tanto en el actual Pentatlón Moderno, como en el Decathlón que hoy todos conocemos. Si en la primera de las disciplinas mencionadas, las pruebas fueron cambiando y suavizándose, en la segunda se iban endureciendo, sometiendo al atleta a un esfuerzo más duro, dado que después de las nueve pruebas disputadas, estaba la de los agónicos 1500 metros que cerraba la competición.

LA GLORIA Y LA MISERIA DEL MÁS GRANDE DE TODOS

El mítico Jim Thorpe, el más completo

Una de las injusticias más grandes jamás conocidas en el deporte, se produjo en los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912, donde emergió poderosamente la figura del atleta más completo de todos los tiempos, el americano de raza piel roja, descendiente de la tribu siux, Jim Thorpe, conocido entre los miembros de su comunidad, con el sobrenombre de “Sendero luminoso”, biznieto del Gran Jefe de la tribu Halcón Negro, figura indiscutible de estos juegos que además de ganar el Decathlón, hizo lo propio en la otra prueba del Pentatlón, que también se disputó en esta olimpiada.

Nunca en la cronología de esta competición olímpica, hubo nadie que venciera con tanta holgura, al aventajar al segundo clasificado en más de 700 puntos, aún reconociendo que las tablas de puntuación no fueron siempre las mismas, dado que el CIO las fue endureciendo en diferentes épocas.

Hugo Weislander en 1912

En el acto de la entrega de las medallas el rey sueco Gustavo V le dijo “Es usted sin duda el atleta más completo de todos los tiempos”. Pero la gran decepción vino un año más tarde, cuando su propio Comité Olímpico Americano, denunció al COI, que era un deportista profesional, con lo cual fue desposeído automáticamente de sus galardones, que fueron ofrecidas al sueco Hugo Weislander, segundo clasificado, que las rechazó de inmediato.

De este gran deportista, es curioso conocer que su primera y última participación en una prueba de decathlón fue precisamente la que correspondió a estos Juegos de Estocolmo, cuya puntuación tardó cerca de veinte años en ser superada. Habría que añadir que quizás el atletismo, no fuera su deporte predilecto.

Fue casualmente estando en una pista de entrenamiento y vestido de calle, cuando ensayó en una de sus disciplinas, registrando una marca, que dejó asombrados a los técnicos y atletas que había por allí. Muy pronto lo convencieron para ingresar en su equipo y efectuar sus primeros entrenamientos, para la más completa de las pruebas atléticas, que le llevó nada más ni nada menos, que a participar en unos Juegos Olímpicos.

Hay que señalar que su verdadera pasión era la practica del deporte en general, siendo un asiduo practicante en deportes tan dispares, como podían ser el fútbol americano, el béisbol, natación, boxeo, tenishokey sobre hielotiro con arco, en los cuales siempre tuvo el visto bueno de todos sus preparadores.

Pero donde sobresalió en particular, fue en el fútbol americano y el béisbol, donde en los equipos de los Cantón Bulldogs New White Giants respectivamente, marcó hitos que crearon historia, siendo elegido posteriormente, como uno de los mejores jugadores de su historia.

Este gran deportista que fue proclamado por la Asociación de Periodistas de EE.UU., como el atleta más grande de la primera mitad del siglo XX y posteriormente en 1999 como el tercero de todo el siglo XX, detrás de los míticos Babe Ruth Michael Jordan, se pasó el resto de su vida, reclamando aquellas medallas tan legítimamente ganadas.

Esta es la historia gloriosa y la injusticia más grande de todos los tiempos. El motivo esgrimido por los miembros de la AAU,era que Jim Thorpe había percibido dinero, unos 20 dólares aproximadamente, por jugar al fútbol americano y en algún equipo de béisbol de la segunda división. Es fue la tragedia de un gran deportista, que marcó el rumbo de su vida, sumiéndolo en la más profunda miseria, con un alcoholismo crónico, que provocó su muerte el 28 de marzo de 1953 en la localidad de Lamita.

Juan Antonio Samaranch Torelló, el presidente que cambió la dinámica del deporte olímpico

Treinta años más tarde, en 1983, el CIO, bajo el mandado del español Juan Antonio Samaranch, decidió redimirle de aquella injusticia, haciendo entrega a sus hijos de aquellas ansiadas medallas en una ceremonia celebrada en Los Ángeles con lo cual, se hizo la justicia histórica que merecía. Estas medallas que fueron depositadas en un museo, fueron posteriormente robadas, desconociéndose su actual paradero.

COMIENZA LA CRONOLOGÍA DE ESTA PRUEBA

Después de los mencionados Juegos de Estocolmo, todo el deporte mundial quedó paralizado con motivo de la Primera Guerra Mundial, no reanudando sus actuaciones hasta los Juegos de Amberes en el 1920, desde donde el Decathlón fue incrementando su presencia en todas las competiciones mundiales, de las cuales fueron surgiendo los más emblemáticos atletas de esta disciplina que supieron mantener, lo que ya en los remotos Juegos de la Antigüedad fue considerada unánimemente, como la prueba más completa del calendario de competiciones.

Como queda apuntado anteriormente la IAAFde forma paulatina y de acuerdo, con los avances técnicos del deporte atlético, como así mismo de los artefactos de lanzamiento y pistas de competición, fue modificando las tablas de puntuación, que empezaron el año 1920, para seguir en 1934, y volver a actualizarlas, después de la Segunda Guerra Mundial, en las décadas 1950 y 1960. Finalmente en 1985, encontraron el equilibrio adecuado para fijarlas definitivamente tal como las conocemos hoy.

En los listados insertados al final de este documento, podemos visualizar los nombres de muchos atletas que hicieron historia, entre los que sobresalieron el americano Bob Mathias y el británico Daley Thompson, únicos que pudieron repetir el triunfo en unos Juegos Olímpicos, junto con el actual plusmarquista mundial, el también americano Ashton Eaton que lo hizo en los Juegos de Londres de 2012 y Río de Janeiro de 2016.

LOS REFERENTES DE DOS ÉPOCAS DISTINTAS

El actual record mundial lo detenta el americano Ashton Eaton, con una puntuación de 8963 puntos, con la cual consigue añadir a su plusmarca mundial, la olímpica al ganar los Juegos de Rio de Janeiro.

En la complicada cronología del decathlón, donde los puntos son en definitiva los que marcan las clasificaciones, no siempre reflejan exactamente quien es el mejor de la historia, dado que lo que verdaderamente se recuerda, son las gestas y los factores que influyeron en algunos atletas, para marcar con sus agónicos triunfos, la grandeza de esta especialidad.

No es lo mismo los 8412 puntos del americano Jim Thorpe por ejemplo, en 1912 que los 7887 de su compatriota Bob Mathias, en 1952, o de Rafer Johsson8392 en 1960, como del inglés Daley Thompson, con 8495, en 1980, dado como queda dicho las circunstancias en estas épocas fueron muy diferentes.

EL MOVIMIENTO DEL DECATHLON EN ESPAÑA

Rafael Hernández Coronado, el primer plusmarquista español (año 1929)

Siguiendo con nuestro ancestral retraso, nuestro país no dejaba de lado su intento de progresar en esta disciplina tan completa como histórica. Ya en el año 1929 el atleta madrileño Rafael Hernández Coronado, establecía la primera plusmarca española de la historia, al lograr en Madrid una puntuación de 4723 puntos, marca que cinco años más tarde, superó Celso Mariño en Tolosa, cuando alcanzó el buen registro de 5748 puntos, el día 11 de noviembre de 1934.

Esta marca perduró hasta el año 1948, cuando el guipuzcoano Bernardino Adarraga, lograba elevar en Madrid, esta plusmarca hasta los 5846 puntos, gesta que repetiría seis años más tarde, en la misma capital de España, con una puntuación de 5850 puntos.

Otro de los grandes dacathletas españoles, que cimentaron un poco más esta disciplina, fue el madrileño Rafael Cano que marcó definitivamente el camino, a sus sucesores con un gran registro de 7629 puntos alcanzado en Barcelona el 10 de junio de 1973. Un hito histórico para esta disciplina y para nuestro deporte, lo consiguió Antonio Peñalver, cuando contra pronóstico alcanza en Barcelona, la medalla de plata en los memorables Juegos Olímpicos de 1992 en la ciudad condal.

DOS GRANDES REFERENTES EN ESPAÑA

Actualmente, la plusmarca española la detenta Francisco Javier Benet, al conseguir años más tarde, el 17 de mayo de 1998 en la localidad de Alhama de Murcia, un registro de 8526 puntos que, conjuntamente con Antonio Peñalver, Jaime Peñas y Alvaro Burrell, todos ellos por encima de los 8000 puntos, algo impensable no hace demasiados años, dejando un excitante legado para las nuevas promociones que sin duda surgirán detrás de ellos. Siempre se dice que los récords se establecen para que otros los superen. Y esto sin duda, inevitablemente sucederá.

Barris.org. Referentes históricos de la prueba del decathlón: sus primeros orígenes. España. Recuperado de: http://www.barris.org/index.php/es/pruebas-historia/96-espanol/espanol-pruebas-historicos/344-decatlon-masculino