Fuente: ABC

El atletismo es el «deporte rey» de los Juegos Olímpicos y el que mejor ejemplifica la máxima «citius, altius, fortius» (más rápido, más alto, más fuerte) con la que se entiende el nacimiento del deporte moderno, allá por la cita olímpica de Atenas 1896.

Siguiendo ese lema, el atletismo conjuga numerosas pruebas en las disciplinas de carreras, saltos y lanzamientos, con algunas variaciones según se disputen al aire libre en su tradicional pista de 400 metros de distancia, o en pista cubierta.

En las carreras se incluyen las pruebas de velocidad como los 100 , 200 o 400 metros (60 en el caso de competiciones bajo techo); medio fondo: 800 o 1.500 metros; y fondo: 5.000, 10.000 y la maratón y la marcha atlética en sus distintas distancias: 20 y 50 km para los hombres, 10 y 20 km para las mujeres. En las carreras con obstáculos las pruebas son: 110 metros vallas, 400 metros vallas y 3.000 metros obstáculos.

En saltos se enmarcan los saltos de longitud, triple salto, salto de altura y salto con pértiga.

En los lanzamientos las pruebas son: peso, jabalina, martillo y disco.

Existen, además dos pruebas combinadas que aglutinan varias de estas pruebas: heptathlon, en el caso femenino, y decathlon, en el caso masculino.

Desde 1983 se celebra el Campeonato Mundial de Atletismo, que tiene lugar cada dos años desde 1991 y siempre en años impares, para no coincidir con la cita olímpica.

Grandes atletas

Elaborar una lista con los nombres de los grandes atletas que han marcado época y que han trascendido más allá del tartán, sería una labor maratoniana, pero algunos de los imprescindibles en ella son: Paavo Nurmi, fondista finlandés que triunfó en los años 20; Jesse Owens, velocista estadounidense de raza negra que ganó 4 oros olímpicos en los Juegos de Berlín 1936; Fanny Blankers-Koen, legendaria velocista holandesa conocida como la holandesa voladora, ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1948; Emil Zatopek, la locomotora humana, fondista checo que brilló en los años 40 y 50, Abebe Bikila, legendario ethípe que ganó la maratón de los JJOO de Roma corriendo descalzo, Dick Fosbury, saltador estadounidense que cambió la forma de saltar altura y cuyo estilo permanece en nuestros días, Bob Beamon, saltador estadounidense que mantuvo un estratosférico récord de salto de longitud (8,90 metros) durante más de 20 años; Sergey Bubka, pertiguista soviético, el primer hombre en superar los 6 metros de altura, Carl Lewis, el hijo del viento, velocista estadounidense que ganó 10 medallas olímpicas, Yelena Isinbayeva, pertiguista rusa, la gran reina de la prueba, ganadora de 3 JJOO consecutivos en los años 2000; Usain Bolt, la gran estrella de la velocidad, poseedor de los records mundiales de 100 y 200 metros.

Dopaje

La búsqueda de la gloria ha conllevado numerosos casos de dopaje a lo largo de la historia del atletismo, imágenes como la del canadiense Ben Johnson, ganando con excesiva suficiencia los 100 metros de los JJOO de Seúl 1988 y su posterior detención son algunas de las que han marcado la lucha contra los tramposos. Muchos casos han sido detectados y sancionados, pero la sombra de la duda se extiende a algunas épocas con prácticas sospechosas. Los aún vigentes rércods mundiales de las atletas de la República Democrática Alemana como Marita Koch, en 400 metros femeninos (1985), o el de la checa Jamila Kratochvilova, en 800 metros (1983), forman parte de esa sombra.

Curiosidades del atletismo

ABC (25 de septiembre de 2019). Atletismo: origen, historia y pruebas. Recuperado de: https://www.abc.es/bienestar/fitness/abci-atletismo-201909250937_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F