FUENTE: Barris.org

Dentro de la belleza que destilan todas las pruebas atléticas, siempre encontramos alguna, ya sea por su antigüedad, su historia, o por las variantes de sus técnicas, que acaparan un poco más la atención que otras, cuando se intenta conocer y profundizar, en los orígenes de esta disciplina.

Centrándonos en el lanzamiento de la jabalina, encontramos una de las pruebas más antiguas del calendario olímpico que además de su larga historia, que no solo nos habla de su plasticidad y de su belleza, si no también de la aceptación que tenía entre el público cuando se anunciaba, cientos de años, a.C., una prueba del Pentalon, donde estaba incluida.

Esta prueba era sin duda, en aquellos remotos tiempos de “Los Juegos de la Antigüedad” la que más expectación atraía, dado que en ella se proclamaba al atleta más completo. Las otras cuatro pruebas, que completaban esta disciplina, eran la carrera a pié, con una distancia no superior a los 200 metros, el lanzamiento de discola lucha y el salto de longitud.

En aquellos lejanos tiempos existían tres tipos de lanzamiento de jabalina. Uno era el lanzamiento en largo, similar a la actual. Otro la de puntería, que consistía en acertar en un circulo previamente marcado en el suelo y un tercero, este ya más difícil que consistía en el lanzamiento a lomos de una caballería al trote, dado que con el movimiento del animal, era sumamente complicado acertar en el objetivo previsto. De todas formas, se podía declarar vencedor al que más se aproximara al punto señalado.

En sus orígenes estas jabalinas, confeccionadas con madera de pino, o de olivo, tenían el grosor de un dedo, y una longitud similar a la altura del lanzador, con una punta muy afilada, que más bien podía considerarse como un artilugio de caza o de guerra, que no de competición. Cuando de un evento deportivo se trataba, se suprimía la punta afilada, por una especie de caperuzón de hierro, cuyo extremo terminaba en forma plana o redonda.

Estos venablos eran muy flexibles y el lanzador se valía de un encordadura, formada por una tira de cuero de medio metro la cual se enrollaba, un poco más atrás de su centro gravedad, en cuyo final había una especie de lazo, donde el lanzador ponía sus dedos índice y medio, sosteniendo el dardo con los tres restantes, lo cual incrementaba considerablemente la distancia del lanzamiento. Una vez impulsada la jabalina, esta tenía un movimiento rotatorio sobre su eje, sin dejar de perder la dirección, hacía la que fue orientada.

EL LARGO PARÉNTESIS DE ESTOS JUEGOS

Pero el paso del tiempo, que todo lo cambia, también dejó su huella negativa en aquellas espectaculares y bellas competiciones que solían celebrarse, en el incomparable marco del “valle de Olimpia” que paulatinamente, ya con la presencia de Roma, desde el año 394 de nuestra Era, fueron perdiendo tanto su brillantez, como su continuidad.

El mercantilismo que comportaba la presencia romana, ayudó mucho a que esto sucediera. Un decreto dictado por el emperador Teodosio, obligaba a suprimir esta actividad deportiva, por lo que los Juegos, enmudecieron durante muchos siglos, después de tanta belleza presenciada.

El resto para la desaparición total de aquellos legendarios parajes y de sus emblemáticos escenarios deportivos, se encargaron de realizarlo los fenómenos climatológicos en forma de terremotos, desbordamientos de ríos, inundaciones, incendios etc., como así mismos por los conflictos políticosétnicos y religiosos que se fueron sucediendo.

UNA LARGA ETAPA PARA RECUPERAR LOS JUEGOS

Se tuvo que esperar hasta los siglos XVIII XIX, para empezar a recuperar y regular todo aquel caudal de actividades deportivas que la historia nos recuerda. Unos leves movimientos atléticos, tanto en Grecia, como en algunos países europeos y las Islas Británicas, fueron suficientes para empezar a caminar en aras de alcanzar este objetivo.

Evangelios Zappas

Los primeros documentos que existen, ya nos hablan de unas competiciones que eran denominados como los Juegos Olimpicos Antiguos, organizados después de más de 14 siglos, por un multimillonario griego residente en Rumanía, Evangelios Zappas, que a su manera, fue el iniciador en busca de este anhelado objetivo.

Estos singulares Juegos, se desarrollaron durante los años 1859-1870-1875, pero el éxito no les acompañó por la desconfianza que generaba en el resto del mundo esta casi imposible recuperación de aquellos legendarios Juegos de la Antigüedad”.

En el momento de su fallecimiento, Evangelios Zappas, legó toda su fortuna, para que se pudiera recuperar en el futuro este anhelado sueño que siempre tuvo en mente. Es a partir de este instante, cuando aparece la figura del Barón Pierre de Coubertín, considerado el artífice, de los actuales Juegos de la Era Moderna.

CUANDO APARECE LA JABALINA EN LA ERA MODERNA

Los primeros síntomas de este despertar, sucedieron en los países escandinavos, de forma muy concreta en Finlandia, donde durante décadas fue considerada como la prueba más emblemática de todos sus calendarios atléticos.

Muchísimos años antes de la aparición de la Federación Internacional IAAF ya se habían desarrollado muchas competiciones quedando registrada como primera marca, la de un atleta finlandés Mauritz Mexmontan, cuando el 7 de septiembre de 1883 realiza en Helsinki un lanzamiento de 30.58 metros.

El sueco Eric Lemming doble campeón olímpico, 10 veces recordman mundial y primer referente mundial de la especialidad

Desde esta fecha hasta el año 1953, el dominio de los atletas escandinavos fue absolutamente abrumador, dominando todos los listados mundiales. Los nombres de los finlandeses Karhu29.67 metros en 1884Hannes Wasenius35.92 metros en 1884Hjalmar Fellman37.82 metros y Emil Nässing38.75 metros ambos en 1891, no solo son los primeros referentes, sino también, una muestra testimonial que lo que vendría más tarde.

Sus grandes sucesores, todos ellos, igualmente de los países nórdicos, fueron acaparando todos los registro, títulos y plusmarcas según las épocas que se fueron sucediendo, hasta llegar al año 1953. Durante esta larga hegemonía sobresalieron de forma destacada, el sueco Eric Lemming, con la mejor marca del Siglo XIX y doble campeón olímpico en Londres y Estocolmo en 1908 y 1912 respectivamente y primer plusmarquista mundial, reconocido por la IAAF, durante este último año.

El finlandés Yrjö Kikkanen

Este gran referente de la época moderna, fue motivo para que los finlandeses, Jonni Myyrä, el sueco Eric Lundkuist Matti Järvinen, todos ellos ganadores de Medallas de Oro de las cuatro olimpiadas consecutivas que se celebrarían después de EstocolmoAmberes en 1920París en 1924, Amsterdam en 1928 y Los Ángeles en 1932, acrecentaran aún más, esta gran superioridad nórdica.

El gran Matti Järvinen, logró superar por diez veces consecutivas el record mundial, logrando alcanzar un tope de 77.23 metros en Helsinki, el 18 de junio de 1936, al que sucedió otro compatriota suyo Yrjo Nikkanen con 77.87 metros alcanzados en Karhula, el día 25 de agosto de 1938, marca que elevaría dos meses más tarde, en Kotka, hasta alcanzar 78.70 metros, registro que se mantuvo, como récord universal, hasta el año de 1953.

Por primera un atleta no escandinavo, el americano “Bud” Held, fue el sucesor en la tabla de plusmarcas mundiales, el cual aprovechando las nuevas técnicas de fabricación de estos artilugios, con un nuevo modelo, súper aerodinámico, fabricado por su hermano, fue el que rompió el gran dominio de los atletas del norte de Europa, con un lanzamiento de 80.41 metros. en Pasadera el día 8 de agosto 1953, marca que superaría en otras dos ocasiones, hasta llegar a los 81.75 metros en Modesto, el 21 de mayo de 1955, a la vez que empezaba una gran controversia mundial, con este nuevo modelo.

Matti Järvinen

Esta nueva jabalina fabricada entre una aleación de aluminio y fibra, tenía su punto de gravedad situado ligeramente, más atrás del que hasta entonces se había utilizado por lo que con su nuevo diseño, sus vuelos eran cada vez más altos y distantes, hasta llegar a unos extremos sumamente peligrosos, para la integridad física de los espectadores según la capacidad de algunos estadios.

Vista esta inesperada circunstancia, urgía por parte de la IAAF una nueva revisión en la fabricación de este modelo para evitar en lo sucesivo males mayores, por lo cual se obligó adelantar su centro de gravedad más hacía delante para acortar su vuelo, que se estimaba que sería de un 20% más corto.

El lanzamiento del alemán del Este Uwe Hohn, de 104.80 metros en Berlín el 20 de julio 1984, disparó todas las alarmas y la paciencia de la IAAF, precipitando esta rápida decisión. La conclusión definitiva, llegó día 1 de abril de 1986 cuando se decidió archivar todos los registros obtenidos, hasta finales de diciembre del mencionado año.

Pero no sería hasta el Congreso de la IAAF celebrado Tokio en 1991, cuando se decidió una vez reconocidos y estudiados todos los registros posteriores a 1986, dar validez como primera plusmarca mundial oficial, a la marca conseguida por el inglés Steve Backley en Londres, cuando el día 20 de julio de 1990 realizó un lanzamiento de 89.58 metros

Le seguiría el finlandés Seppo Räty con 96.96 metros en 1991, hasta llegar al actual plusmarquista mundial el checoslovaco, Ján Zelezny, con su fabuloso lanzamiento de 98.48 metros alcanzado en Jena, el 25 de mayo de 1996.

Pero en este mismo periodo, existen como se puede observar, en el listado “All Time”, insertado al final de este documento, otros grandes atletas, con una continua sucesión de registros de gran categoría, impensables en décadas pasadas. Pero las nuevas técnicas y los nuevos formatos, nunca se detienen, como sucede en muchos deportes, de los cuales el atletismo no es ajeno a las mismas.

EL MEJOR LANZADOR MUNDIAL DE TODOS LOS TIEMPOS

Jän Zelezny de la República Checa, el mejor lanzador del Siglo XX, tres veces campeón olímpico y actual plusmarquista mundial

LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS EN ESPAÑA

Pero en esta larga cronología como es lógico, también en nuestro país tuvimos, los mismos problemas con los estilos libre, clásico y del modelo de 1986, cuyos listados de mejores marcas quedan reflejados al final de este documento.

En el primero de los estilos, aparece por primera vez el nombre de Ricardo Astorquia con un tiro de 38.25 metros. realizado en Bilbao el 23 de diciembre 1914, seguido por José Font, que lanza 32.00 metros en Barcelonael 19 de septiembre de 1915.

A partir de este momento, se tienen que nombrar ya con la jabalina clásica, a otros referentes, como los Ignacio Izaguirre42.63 metros.en 1921José Brú53.15 metros en 1927José Luis Celaya con 53.69 metros en 1936 y finalmente Luis Agosti con 4.45 metros en el mismo año, hasta llegar al gran Pedro Apellániz, que con 13 títulos de Campeón de España, alcanza en Zalla el día 10 de octubre de 1948, por séptima vez consecutiva el récord español, con un registro de 63.62 metros, marca que se mantendría en vigor, durante 12 años hasta que el aragonés Alfonso Carlos de Andrés, lanza en Madrid, el 9 de julio de 1960, hasta 67.54 metros.

EL QUE PUDO SER UNO DE LOS MEJORES LANZADORES MUNDIALES

 

El gran atleta vasco Pedro Apellaniz

Recordar a Pedro Apellániz es hablar del atleta con más clase natural, que jamás existió en España. Ver lanzar al atleta de Galdàcano era todo un espectáculo. Cuando sujetaba la jabalina, para empezar lo que tenía que ser, la carrera de impulso, lo que contemplabas, era algo parecido a un caminar cansino, que nada tenía que ver con ninguna técnica, basta verle llegar al límite del lanzamiento, donde se podía contemplar el golpe de brazo más impresionante que uno se puede imaginar.Al gran Pedro no le hables de técnica, ni cosas parecidas. A él solo le importaba el golpe de brazo final.

Recuerdo una vez, cuando el plusmarquista francés y uno de los mejores lanzadores del mundo Michel Macquet, tras verlo lanzar en los “Juegos del Mediterráneo” del año 1955 en Barcelona, con el cual coincidí más de una vez, por los estadios del norte de Europa me dijo un día: este chico que tenis en España, en otro país con un nivel atlético superior y un buen entrenador, podría haber sido uno de los mejores lanzadores mundiales.

Esta aseveración, también la tenía el entrenador finlandés, Olli Virho, que estuvo entrenando en Cataluña, durante unos meses previo a estos Juegos, opinando casi lo mismo. Nunca contemplé nada semejante, con tanta fuerza terminal en el momento de lanzar casi parado, a más de 63 metros, lo cual muy pocos lanzadores de la aquella época, serian capaces de realizar.

EL LANZAMIENTO DE JABALINA CON EL ESTILO ESPAÑOL

Pero no solo era más allá de nuestras fronteras, donde este controvertido tema de la jabalina, preocupaba a técnicos y fabricantes, con sus nuevos formatos, dado que también en España hubo sus más y sus menos para intentar sorprender al mundo con nuestro ancestral ingenio.

De todos es sabido que en el calendario oficial español, existía una prueba del lanzamiento de la barra vasca, en la que durante muchos años, fue de un total dominio de los atletas del norte de nuestro país.

Se trataba como ya es sabido de una barra cilíndrica de hierro, un poco menor que las jabalinas clásicas, con un grosor semejante, que se enjabona con espuma de jabón, para un mejor deslizamiento de la mano, cuando el atleta mediante una corta carrera, con giros continuos siempre en línea recta, intentaba lanzarla lo más lejos posible.

Cuando se empezó a conocer, que ya existían lanzamientos de cerca de 100 metros, en el extranjero, con las jabalinas voladoras “Held”, cuando nuestros atletas a duras penas llegaban a los 65.00 metros es cuando nuestro legendario lanzador vasco Félix Erausquin, intentó, realizar el lanzamiento de jabalina, con el estilo de la barra vasca, donde previos ensayos, casi privados, sorprendieron a todo el ámbito atlético, cuando se empezó a conocer, que en España, existían atletas capaces de lanzar el dardo, más allá del récord mundial, sobrepasando incluso los 100 metros de distancia.

UNA FOTO HISTÓRICA DE FÉLIX ERAUSQUIN

El legendario lanzador vasco Félix Erausquín, en uno de los giros previos que se realizaban antes de lanzar la jabalina, con el “estilo español” ante la atenta mirada de José Corominas en el estadio de Montjuic en 1954

Muy pronto dentro de nuestro entorno, surgieron muchos otros lanzadores que copiaron este nuevo estilo, entre los que destacan Manuel ClaveroJ. A.Iguarán, B. Allende, así como el propio Miguel de la Quadra -Salcedo, que llegó incluso a rebasar en más de una ocasión, los 100 metros, lo cual guardó sigilosamente, para intentar explosionar y sorprender a todo el universo atlético, en los próximos “Juegos Olímpicos de Melbourne de 1956”, que bien seguro, hubiera sido el detonante de otra gran confusión en aquel momento.

Pero por nuestro país corrió como un reguero de pólvora, el rumor de que no se acudiría a Australia, como signo de protesta, junto con Holanda, con motivo de la invasión de las tropas rusas, a Hungría, por lo cual todo se quedó en nada.

Quizás conocedor de esta intención del boicot de España a estos Juegos, fuera el motivo que indujo a Miguel de la Quadra-Salcedo, a presentarse en París, donde en las pistas del Batallón de Jonville aprovechando un festival atlético casi saca del estadio la jabalina hacía la calle, batiendo todos los récords habidos y por haber, lo cual causó una gran revolución en la IAAF, dado que el reglamento atlético de la misma, por ningún lado dice, que no se pueda lanzar con este estilo.

Muy rápido se tomaron decisiones. Nunca ningún lanzador de jabalina, podía lanzar sin dejar de correr en línea recta, en dirección al área de caída de la jabalina. Y aquí se acabo toda la historia de lo que pudo ser la gran sorpresa atlética del siglo.

Una nota curiosa. Los mejores lanzadores mundiales, quisieron experimentar posteriormente con este novedoso estilo de lanzar, siendo sus marcas verdaderamente espectaculares, sobresaliendo el noruego Egil Danielsen, campeón olímpico en la capital australiana, con un tiro de 85.71 metros con récord mundial incluido, que según las crónicas, siempre en entrenamientos, llegó a lanzar cerca de los 120.00 metros.

Cuando uno piensa el gran revuelo que hubo, con el tema de las “Held”, si esto llega a suceder en plenas olimpiadas, con el “estilo español” nadie sabe lo hubiera podido pasar, al intentar sorprender al mundo, con nuestro ancestral ingenio.

LOS LANZADORES ESPAÑOLES CON EL NUEVO MODELO DE JABALINA DE 1986

Hasta entrar en vigor la nueva jabalina, también en nuestro país, se supo aprovechar las ventajas de la “Held” alcanzándose un buen nivel de marcas, liderando el ránking nacional Fernando Tallón, con un registro de 81.80 metros conseguido en Madrid el día 7 de noviembre de 1975., marca que se mantuvo inamovible, hasta entrar en vigor el nuevo modelo, con el cual a partir del 1 de enero de 1986, solo se reconocerían, como marcas, las que se ajustarán a la nueva formativa internacional.

Es a partir de esta fecha, cuando empiezan a aparecer nuevos nombres, como Julián Sotelo, actual plusmarquista de España, de Gustavo DacalCarlos PérezAlejandro García Raimundo Fernández, todos ellos por encima de los 76 metros, cuyas registros se pueden contemplar, al final de este documento, en dos listados distintos, según los modelos y características reconocidas por la IAAF.

EL CASO DACAL QUE NUNCA HUBIERA TENIDO QUE SUCEDER

Si no había pocos temas para matizar, en esta complicada especialidad, por todo el ámbito internacional, ahora en nuestro país por no ser menos, nos creamos el nuestro propio. La aparición después de un largo contencioso con cerca de 7 años, entre el lanzador gallego Gustavo Dacal y la Federación Española de Atletismo, motivó que este tema, lamentablemente, tuviera que realizar un largo proceso judicial que finalizó en el Tribunal Superior, el cual dictaminó una sentencia, en la que reconocía que la petición de Gustavo Dacal, reclamando el récord español, alcanzado en Pontevedra el 5 de Abril de 2003, con un lanzamiento de 78.88 metros, superior en 10 centímetros, a la del cántabro Julián Sotelo, tenía que ser atendida, otorgándole el mencionado récord, previa anulación del anterior, que data desde el día 23 de septiembre de 1992, con un registro de 78.78 metros.

Este récord de Gustavo Dacal, no fue homologado por la Federación Española, por considerar que su propia jabalina, no cumplía, con la normativa reglamentaría y por no efectuar su homologación oficial, que unos afirman se efectuó mientras otros afirman lo contrario. Por otro lado, según otras versiones, para crear más confusión, afirmaban, que el atleta no cumplía con la obligación de llevar, el equipamiento oficial de su club.

Pero hasta que la Federación Española de Atletismo no dicte su veredicto, la plusmarca española, seguirá siendo propiedad de Julián Sotelo. Lo extraño, y lo que cuesta de entender, es que los Juzgados de Primera Instancia, puedan, introducirse en las profundidades de los reglamentos deportivos.

Una cosa esta muy clara. Todas las federaciones deportivas, dependen en su mayoría, de los dictados de los organismos internacionales. Solucionar este tema al margen de ellos es bastante complicado.

EL MEJOR LANZADOR ESPAÑOL DE LA ACTUALIDAD

El atleta gallego Gustavo Dacal, actual plusmarquista de España

Barris.org. Referentes históricos del lanzamiento de jabalina: una breve historia de sus orígenes. España. Recuperado de: http://www.barris.org/index.php/es/pruebas-historia/96-espanol/espanol-pruebas-historicos/305-lanzamiento-de-jabalina-masculino