FUENTE: Barris.org
Quizás sea esta prueba, una de las más antiguas de todo el calendario femenino, si tenemos en cuenta, que ya en los “Juegos de la Antigüedad” unos 708 a.C., ya estaba incluida en la prueba del Pentatlón.
Entrando de lleno en la época que podemos considerar moderna, unos años antes de que aparecieran en el “Libro de los Records”, de la Internacional Foundation los nombres de las alumnas del “Vassar College”en la población de Poughkeepsie en el estado de Nueva York, de Emma Baker con un registro de 3.48m. el 9 de noviembre de 1895 y de su compañera de estudios, Rowena Reed, con una marca de 4.04m. el 15 de mayo de 1897, ya hubo en este final del siglo XIX, un activo movimiento de las mujeres que al igual que los hombres, deseaban practicar pruebas atléticas.
Pero el gran problema, estaba en el propio Comité Olímpico Internacional (CIO), que nada quería saber de la integración femenina, en un deporte que según ellos, solo estaba concebido para la práctica de los hombres.
Ante esta negativa, el movimiento de las mujeres no se hizo esperar. Con la finalidad de controlar y poder otorgar la debida credibilidad a todos sus registros, no hubo otra solución que crear un nuevo organismo, dedicado totalmente a las mujeres, por lo que bajo la presidencia de la francesa, Alice Milliat, una luchadora nata para la defensa de la mujer en aras de su practica deportiva, nació la “Federación Internacional Femenina” (FSFI). creada en París en 1921.
Una de sus primeras decisiones, además de organizar sus propias competiciones, fue reconocer como primera marca mundial, la conseguida por la checoslovaca Marie Mejzlikova, con un salto de 5.16m. en Praga el 6 de agosto de 1922, a la que siguieron entre otras, la mediática y gran atleta japonesa Kinué Hitomi con 5.50m. en 1926 en Göteborg, y más tarde la inglesa Muriel Gunn, con 5.57m. en Londres, el 1927.
Ante la evidencia de que el impulso femenino era irreversible, el CIO no tuvo otra alternativa que aceptar en sus programas la presencia de las mujeres. El hecho de que el Barón Pierre de Coubertín, debido a su delicado estado de salud, tuviera que ceder la presidencia al Conde Henri de Baillet-Latour, facilitó mucho la resolución de este contencioso, dado que desde un principio, este se mostró mucho más receptivo para dialogar y estudiar las peticiones, de Alice Milliat, llegando a la conclusión de que la presencia femenina en unos Juegos Olímpicos, era inevitable.
Esta llegó en los Juegos Olímpicos de Amsterdam, en 1928. Con la finalidad de conocer con exactitud todas las vicisitudes por las que tuvo que luchar el entorno femenino hasta encontrar su lugar natural en nuestro deporte, recomiendo, entrar en el índice general de esta página de Noticias, en el documento titulado (Las primeras actuaciones femeninas del atletismo mundial) que realicé el día 14 de noviembre de 2006.
EL ATLETISMO FEMENINO BAJO EL CONTROL DE LA IAAF
Hay que señalar que la primera plusmarca mundial reconocida por la IAAF, ya a las puertas de los Juegos de Amsterdam, lo consiguió bajo sus siglas, la anteriormente citada Kinué Hitomi con 5.98m. en Osaka el día 20 de mayo de 1928, en el curso de los Campeonatos del Japón, récord que perduró durante 11 años, hasta que la alemana Christel Schulz, primera mujer en pasar de los 6.00 metros, gesta que alcanzó en Berlín, durante el curso de los “Juegos de laI STAF”, con un salto de 6.12m. el 30 de julio de 1939.
A pesar que en los mencionados “Juegos Olímpicos de Amsterdam” y debido a la presión que recibía por todos los lados, el CIO no tuvo otra solución para salir del paso y calmar los ánimos de todo el entorno femenino, que incluir en estos Juegos, cinco pruebas para las mujeres, pero sin figurar en ellas, la de longitud, que tuvo que esperar hasta los “Juegos de Londres” de 1948, para ser incluida por primera vez en unos Juegos Olímpicos.
COMIENZA LA ASCENSIÓN DEL SALTO DE LONGITUD
Una vez con la luz verde de la IAAF, las competiciones fueron incesantes por todos los continentes, paro así y todo dada la bondad de las marcas, no sería, hasta los mencionados Juegos de Londres, cuando esta disciplina pudo por fin, ser considerada como una prueba más del calendario olímpico.
Fue por lo tanto la capital inglesa, el escenario, donde por primera vez una mujer, Olga Gyarmati,de Hungría, se proclamaría, ganadora de una medalla de oro, alcanzando así mismo, la primera la plusmarca olímpica, con un salto de 5.69m., pero no pudiendo acceder al récord mundial de la “holandesa voladora”, la legendaria “Fanny” Blankers-Koen, que logró el extraordinario registro de 6.25m. en la ciudad de Leiden el 19 de septiembre de 1943.
Es a partir de este instante, cuando la aparición de las atletas de la Unión Soviética y países de la Europa Oriental, cuyos nombres harían un listado interminable, monopolizan todos los listados internacionales, siendo entre otras, los nombres de Galina Vinogradova de la URSS, Etbieta Krzesinska de Polonia, TatyanaShchelkanova de la URSS, de la rumana Vitorica Viscopoleanu, hasta llegar a la rusa Vilma Baedauskiene que en la población de Kishinyov, consigue ser la primera mujer en pasar de los 7.00m. metros, con un salto de 7.07m. el 18 de agosto de 1978.
Es curioso y en cierta forma anecdótico, que entre las 21 saltadoras del Este de Europa, que continuamente se fueron pasando la plusmarca mundial de una a otra, fuera una norteamericana, “Jackie” Joyner- Kersee, cuando el día 13 de agosto de 1987 consigue arrebatar esta supremacía de las atletas europeas, al saltar en Indianápolis, hasta una distancia de 7.45m. récord que a penas le duró un año cuando ya otra atleta de la URSS, Galina Chistyakova devuelve la hegemonía que entonces habían tenido las atletas de la Europa Oriental con una marca de 7.52m. actual plusmarca mundial, alcanzada en Leningrado, el 11 de junio de 1988, récord que aún permanece vigente después de 11 años.
NUESTRO ATLETISMO TAMPOCO SE DUERME EN LOS LAURELES
Como en casi todas las disciplinas femeninas en España, nuestras atletas inician su andadura con un evidente retraso, en relación con casi todos los países europeos. Diferentes factores, como la escasa estructura atlética de nuestro país, donde casi siempre el atletismo femenino, ha sido el peor malparado.
Por un lado en los alrededores de la de década de los años 1930, nació gracias al esfuerzo de un reducido, pero persistente grupo de atletas, un atletismo en estado embrionario que con muchas dificultades intentaba abrirse camino. Por otra parte, la traumática post guerra civil española, tampoco les favoreció mucho para continuar con su trabajo.
SALTANDO LONGITUD EL AÑO 1930, EN EL ESTADIO DE MONTJUIC
En esta lucha destacaron principalmente, aparte de alguna esporádica aparición por otras regiones, las comunidades de Madrid, Barcelona y Pais Vasco. Los nombres más de una vez mencionados, cuando hablamos de estas difíciles décadas, de Lucinda Moles, con 4.51m. en 1929, Carmen Sugrañes,con 4.41m. en 1930, Aurora Villa con 4.58m. en 1931, las hermanas Rosa y Castelltort, ambas con 4.60m.en 1932, y de Emilia Trepat con 4.28m. en el año 1933 son entre otras, las que cerraron el ciclo de este incipiente despertar de nuestras atletas.
Pero todo este empeño se vino abajo a partir del año 1935, por los motivos de todos conocido, de nuestra desgraciada guerra civil, quedando todo derruido, sin federación, directivos, sin entrenadores y muchos atletas con secuelas del conflicto bélico.
Llegados a este punto hablando de los años 1940, se tuvo que empezar todo de nuevo. Es verdad que hubo algún festival, aunque sin el refrendo oficial, ni la garantía de ciertas marcas alcanzadas. Solo el entusiasmo de algún federativo, y de algunos atletas, ya prácticamente retirados de la competición, fueron los que intentaron reconducir toda esta precariedad. Es obligado también dejar constancia de la aparición esporádica de alguna atleta, como Eulalia Santos,que llegó a saltar 4.65m. el 07 de julio de 1940 en los Campeonatos del S.E.U, pero a partir aquí, casi todo finalizó para nuestras chicas.
No fue hasta principios de 1960, cuando algunos nombres empezaron a ser conocidos entre nuestros aficionados, como María Luisa Consegal, Ana María Gibert, BlancaMiret, primera atleta en traspasar la barrera de los 5 metros, con un salto de 5.02m. el 14 de octubre de 1963 en Zaragoza.
Pero será en los años 1970, cuando ya el listado de nuestras prometedoras saltadoras, es cada vez más evidente. Los nombres de Isabel Montañá con 5.89m., Josefina Salgado con 5.93m. destacan por encima de otras atletas con meritorias marcas, para cerrar esta década con M.J. Martinez G. que con un salto de 6.01m. tiene el honor de ser la primera atleta en saltar más allá de los 6 metros, el día 27 de mayo de 1979 en Barcelona.
Es en este casi obligado prólogo, al que podemos considerar como los referentes del salto de longitud en nuestro país, abría de incluir, a la atleta del Gimnástico Barcelonés de la Ciudad Condal Olga Dalmau, 6 veces plusmarquista nacional con un mejor salto de 6.30m. el 10 de junio de 1982 en Barcelona y 6 veces también como Campeona Absoluta de España de la especialidad.
SE EMPIEZAN A ENRIQUECER LOS LISTADOS DE MARCAS
La aparición de la gran Sandra Myers y su ejemplo de plena dedicación a nuestro deporte, empieza a dar sus frutos, como así mismo la aparición de los grandes y actuales entrenadores que tenemos en nuestro país. Los nombres de Antonio Corgos, Rafael Blanquer o Ramón Cid entre otros, tienen mucho que ver con esta positiva evolución de nuestras actuales saltadoras.
No hay duda que el trabajo está bien realizado. Las marcas de Concepción Montaner, con 6.92m. alcanzada en Madrid el año 2005, de Niurka Montalvo con 7.06m. y actual récord woman de España y primera atleta en traspasar la barrera de los 7 metros, en Sevilla el 23 de agosto de 1999, no son fruto de la casualidad, sino de un trabajo bien planificado y de la confrontación constante con otras atletas de nuestro entorno español, como la propia Sandra Myers 6.68m., Carlota Castrejana, 6.47m. como así, mismo, de las prometedoras saltadoras, Estrella Roldán y Virginia Martínez ambas con 6.45m como registro personal.
UN PÓKER DE GRANDES REFERENTES EN ESPAÑA
Barris.org. Referentes históricas de salto de longitud: los orígenes de esta especialidad. España. Recuperado de: http://www.barris.org/index.php/es/pruebas-historia/96-espanol/espanol-pruebas-historicos/329-salto-de-longitud-femenino