FUENTE: Barris.org
Fue en los alrededores de la segunda mitad de la década de 1960, cuando empezaron a sobresalir algunos nombres, dentro de un reducido grupo de atletas, que capitaneadas por la irlandesa Anne O’Brien, la italiana Paola Pigni entre otras atletas de diferentes países, fueron consideradas como las primeras especialistas en abrir paso y dar vida, a esta dura prueba de los 10.000 metros lisos en pista.
Estas primeras fondistas, que durante una década se movían con marcas muy discretas, fueron las que dieron paso a la danesa Loa Olafsson, que el dia 6 de abril de 1978 alcanzó en Copenhague, el tiempo de 31:45,4 reconocidas hasta aquel momento, como la mejor marca mundial. Esta marca de Loa Olafsson, la obtuvo en una carrera mixta, conjuntamente con los hombres, pero nunca esta marca fue reconocida por la IAAF.
Estas primeras escaramuzas no tenían otro objetivo, que no fuera llamar la atención de los rectores de la IAAF, que siempre rechazaron de forma unánime, incluir esta prueba en los grandes eventos mundiales, entre los cuales se encuentra, “Los Juegos Olímpicos”, la máxima aspiración de todos los deportistas del mundo.
Solo las demostraciones en pruebas no oficiales, eran para ellas el arma infalible para conseguir sus objetivos. Estaba muy claro, que las desavenencias entre los directivos de turno de cada época olímpica, ocasionaban serios problemas, a muchas federaciones partidarias de esta inclusión.
Otro dato a tener en cuenta, era que no siempre, la opinión pública compartía este deseo de las mujeres, lo que complicada, un poco más si cabe, la reticencia de la IAAF, para la homologación oficial.
LA DECISIVA PRESENCIA DE JUAN ANTONIO SAMARANCH
Pero con el paso del tiempo, que todo lo cambia, no solo variaron las normas, sino también los directivos. Aquellos presidentes, que tanto lucharon en épocas pasadas para conservar los valores olímpicos, nunca contaron con la presencia de las mujeres, no solo en las pistas de competición, sino incluso, como dirigentes fuera de ella.
Seguro que hoy, más de uno se llevaría las manos a la cabeza, si pudieran contemplar, de lo que son capaces de realizar, en cualquier prueba atlética. Basta decir que en un maratón, por ejemplo, no solo llegan felizmente a la meta, sino incluso, ganando a muchos hombres, que llegan con bastantes minutos de retraso, respecto de ellas.
La llegada a la presidencia del “Comité Internacional Olímpico” CIO que del español Juan Antonio Samaranch, un profundo conocedor, de los graves problemas que mantuvieron sus antecesores con este tema, no le tembló la mano, cuando decidió realizar, el cambio radical, que mayoritariamente todos deseaban.
Durante el curso de su gestión al frente del CIO, como puede observarse, fue dirigida con mano maestra, no exenta de energía, durante más de dos décadas, 1980 a 2001, supo convencer a todos los dirigentes del mundo, que la presencia de las mujeres, no solo debía ser un hecho testimonial con algunas pocas disciplinas, sino que debería efectuarse, con todas las que contempla el calendario olímpico. Este tema, cada vez más incuestionable, solo tenia una única solución, que no era otra que admitir la presencia y oficialidad de las pruebas femeninas, en los grandes eventos internacionales.
Su opinión de que las mujeres estaban tan capacitadas, como los hombres, para practicar las mismas competiciones, no-solo atléticas, sino en cualquier otra faceta deportiva, caló muy hondo en todas las esferas federativas del mundo. Como se puede comprobar, la intervención de Juan Antonio Samaranch, fue tan decisiva, para romper moldes, como para adaptar los valores olímpicos, a la realidad de los tiempos actuales.
Otro de sus logros, fue implantar el marketing deportivo en nuestro deporte, profesionalizando, entre otros a nuestro atletismo. Igualmente dotó al COI, de una estructura sólida y enérgica, para afrontar los muchos problemas, tanto políticos como económicos, que surgieron continuamente por doquier, en contraposición, de los cada vez más deteriorados principios olímpicos. Lo que se tardó, casi 100 años, para lograr la ansiada paridad de género, en nuestro deporte, lo consiguió él, en un abrir y cerrar de ojos.
LAS ÚLTIMAS PRUEBAS RECONOCIDAS COMO OLÍMPICAS
Bajo el mandato de Samaranch, se incluyeron por primera vez, las pruebas olímpicas femeninas, del triple salto el 25-08-1990, el heptatlón el 28-06-1981, los 5.000 metros lisos, el 13-09-1981, los 10.000 metros lisos, el 19-09-1981, la pértiga el 21-05-1992, el martillo 23-02-1994, los 3.000 metros obstáculos, el 31-07-1999 y los 20 klm . marcha, el 19-11-2001.
Actualmente la mujer, no solamente corre pruebas de gran fondo y maratones, sino incluso, practica, boxeo, ciclismo, lucha libre, escala picos de más de 8.000 metros de altitud, juega al fútbol, al rugby, participa en pruebas de duatlón, y todo lo que se le ponga por de delante. O sea, todo lo mismo, de lo que pueda realizar un hombre.
Solamente un visionario, de su talla, era capaz de convencer a todos los estamentos deportivos, de que el reloj del tiempo nunca se detiene para nadie, siendo este quien dicta las pautas, para acoplar los nuevos condicionantes de la vida, entre ellas el deporte, a las normativas, a veces obsoletas y difíciles de entender, en los tiempos, que ahora nos toca vivir.
EL RECONOCIMIENTO OFICIAL DE LOS 10.000 METROS
La primera recordwomen mundial, reconocida por la IAAF, no tardó demasiado tiempo en aparecer. Esto sucedió el día 19 de septiembre de 1981, cuando la soviética Yelena Sipatova, acredita en Moscú, una marca de 32:17, 20. Es a partir de este momento, cuando se dispara la vorágine mundial, con la continua aparición de nuevas atletas, que no cesan de superar todos los registros en vigor.
Las primeras y espectaculares actuaciones, una vez consolidada esta prueba, fueron obra de las atletas de la URS, Yelena Sipatova, Olga Bondarenko, Lydmila Baranova, Raisa Sedreydinova, que junto a la americana Mary Decker, primera atleta no europea, en irrumpir en los grandes eventos internacionales, fueron consideradas como las primeras y gloriosas abanderadas de esta prueba, y que además, supieron motivar e impulsar con fuerza, a todas las nuevas promociones, que venían por detrás.
Casi seguido, tres años más tarde, surgieron las noruegas Grete Waitz e Ingrid Kristiansen, verdaderos iconos de esta especialidad, que junto con las portuguesas Rosa Mota y Fernanda Rivero y la inglesa Paula Radcliffe, justificaron con creces su gran calidad, al conseguir en su momento, todos los entorchados mundiales de las pruebas de fondo y gran fondo.
DOS ATLETAS QUE MARCARON UNOS LÍMITES
Siempre es gratificante recordar, las sucesiones y anécdotas que comportar, el superar límites que parecían, poco menos inaccesibles , pero el avance de nuestro deporte, en todas sus parcelas, nunca cesa de parar.
En esta de los 10.000 metros, el primer límite a superar, era romper la barrera por debajo de los 32 minutos, gesta que correspondió oficialmente a la norteamericana Mary Decker, cuando el día 16 de julio de 1982, en la ciudad de Eugene, marcó un hito al conseguir un tiempo de 31:35,3 registro, que ya encerraba una cierta categoría.
Sobre esta gran atleta se tiene que decir, que igualmente, fue la primera atleta en proclamarse doble campeona del mundo, en las pruebas de los 1.500 y 3000 metros lisos, durante el primer “Campeonato Mundial”, celebrado en Helsinki, el año 1983.
Pero como queda dicho, en deporte los límites se crean, para que otros lo superen y esta ocasión, el turno le tocó a otra gran atleta noruega, Ingrid Kristiansen, cuando en la mágica pista de Bislett en Oslo, rompe el muro por debajo de los 31 minutos, al conseguir el magistral tiempo de 30:59,42 el día 27 de julio de 1985.
Esta misma corredora, fue una de las más emblemáticas figuras de el maratón, casi siempre presente en las más importantes pruebas mundiales. En su momento, tuvo el honor de alcanzar el récord mundial, de esta histórica competición.
LA INCREÍBLE GESTA DE WANG JUNXIA
El tercer y quizás por muchas décadas imbatible tope, por debajo de los 30 minutos, lo realiza la atleta china Wang Junxia, cuando en los Campeonatos Nacionales de su país, celebrados en Pekín, el día 8 de septiembre de 1993, consigue la estratosférica marca de 29:31,78, en una increíble carrera, que asombra a todo el entorno atlético mundial, a la vez que deja un límite, casi imposible de rebajar por ninguna atleta actual.
Para hacerse una idea, del ritmo infernal que imprimió en esta prueba, bastará decir, que sus pasos intermedios fueron increíbles, como jamás nadie podía pensar, que una mujer los pudiera realizar.
Sus primeros 5.000 metros los cubrió con un tiempo de 15: 05,7 mientras los segundos, los realiza en 14:26,1. Hay que recordar, que la plusmarca mundial en aquel momento, correspondía a la noruega Ingrid Kristiansen con 14:37,33. Es decir 11 seg. más rápido.
Pero aún hay más. En esta misma prueba, los últimos 3.000 metros, los pasó en 8:17,5 cuando el récord mundial, estaba situado en 8:22,62 de la atleta de la URSS Tatyana Kasankina. Es decir 5 seg., igualmente más rápida. Es obvio decir, que estos tiempos de paso, no fueron homologados, como nuevas plusmarcas mundiales.
Estos referentes y el descubrimiento, de los entrenamientos en altitud, como así mismo de nuevos sistemas de preparación, comporta que la integración de atletas de China y posteriormente africanas, sea masiva. De estas últimas, hay que señalar, que casi todas, proceden de los países situados, en las altas planicies de este continente, con la ventaja que esto supone, cuando compiten al nivel del mar.
Todas ellas de forma relativamente fácil, van relegando de sus puestos de privilegio, a las más relevantes atletas mundiales, con lo cual el futuro de estas pruebas de larga distancia, es aún incierto, dado el gran recorrido, que aún tienen por delante.
LAS MEJORES ATLETAS PORTUGUESAS DE SIEMPRE
Actualmente el dominio de las mencionadas corredoras africanas, es tan arrollador, como lo fueron en su momento, los famosos “finlandeses voladores” de las décadas de 1910 a 1928, de los cuales se decía, muy gratuitamente, que jamás surgirían sus naturales herederos, dada la bondad de sus registros. Pero surgieron y “de que manera”.
Con las atletas africanas, se podría decir lo mismo, aunque es muy probable, no tener que esperar tanto tiempo, como sucedió con los hombres. Las nuevas fórmulas de preparación, de equipamientos, profesionalismo y otros ingredientes, que actualmente conlleva el deporte universal, pueden generar en el nuestro, registros impensables en el día de hoy, pero ya no tanto en años venideros…
Los nombres de las chinas Zona Guando, Jun Yingjie, de las etíopes Tirunesh Dibaba, Berhane Adere, la turca de origen africano Elvan Abeylegesse, o de la holandesa Lornah Kiplagat, son las nuevas líderes indiscutibles, de esta nueva hornada en el concierto atlético mundial.
Pero hablando de sus relevos generacionales, se tiene que conocer, que ya en sus propios países, comienzan apareciendo sus sucesoras naturales, entre las cuales quien sabe cuanto tiempo se tardará, en surgir, la nueva heroína de esta prueba, llamada a ser durante muchas épocas, propiedad exclusiva de las atletas, de estas mencionadas altas planicies africanas, igual como está sucediendo con los hombres.
LA HISTORIA Y LOS REFERENTES EN ESPAÑA
En nuestro país, los antecedentes de nuestras actuales atletas, también son muy recientes. Puede decirse, que casi todas provienen de las pruebas del maratón, como fueron las Mercedes Calleja, Consuelo Alonso, Rocio Rios, Mónica Pont, Ana Isabel Alonso, Julia Vaquero, Nuria Pastor, Rosa Talavera. Todas ellas en su momento, dominaron esta prueba, entre 1985 y 1995, aunque es cierto, que muy pronto se integraron a ellas, otros nuevos nombres, como María Luisa Irizar, Carmen Brunet, María Regonesi.
Sus marcas que oscilaban, entre los 23:20,68 de Mercedes Calleja en 1986, hasta los 32:28,7 de Ana Isabel Alonso en 1988, no eran de un gran crédito internacional, pero si fueron importantes en nuestro país, para consolidar esta dura especialidad.
En estos momentos, aún no podemos ofrecer al mundo, los registros de calidad que sería deseable, pero dado el carácter y la raza de nuestras mujeres, no es descabellado pensar, que en un corto plazo, puedan acceder a los puestos de privilegio, que todos deseamos.
No obstante, los nombres de Marta Domínguez, Rosa María Morató, Dolores Checa, Alessandra Aguilar, Nuria Fernández, María José Pueyo, Diana Martín o las hermanas Iris y Zulema Fuentes-Pila, cuando estas últimas, se decidan subir de distancia. Todas ellas y comienzan a estar lo suficiente preparadas, para poder competir dignamente, en cualquier certamen de alto nivel internacional.
Por las tablas estadísticas, correspondientes a nuestras atletas, podemos comprobar, que el retraso que se refleja en ellas, después de 30 años de vida de esta prueba, todavía es muy considerable, si las comparamos con la de otros países.
Solo, y desde la lógica de una buena preparación, bajo las directrices de los nuevos y buenos entrenadores, que aún los tenemos en nuestro país, no los de siempre… será posible acercarnos lentamente, pero de manera firme, a los lugares de honor que nos corresponda, de acuerdo con las condiciones naturales de cada una, y con una preparación adecuada. Hacerlo por otro camino lo mejor sería no comenzar…
Barris.org. La corta historia de los 10.000 metros mujeres: sus orígenes más recientes. España. Recuperado de: http://www.barris.org/index.php/es/pruebas-historia/96-espanol/espanol-pruebas-historicos/262-10000-metros-femenino