FUENTE: Barris.org
Desde la aparición de esta prueba, en los programas atléticos, esta disciplina no fue reconocida oficialmente por las altas esferas de las federaciones internacionales “Comité Olímpico Internacional” (COI) para aceptar su inclusión, en los calendarios olímpicos, como así mismo por la IAAF , para oficializar sus registros como plusmarcas mundiales, a pesar de ser considerada esta prueba, como una disciplina reina, de todos loa programas atléticos de aquellas lejanas épocas. No obstante, esta increíble discriminación, los 1500 metros, continuaron su ascensión, con su presencia en casi todos los festivales, que asiduamente se organizaban por las islas británicas y por diversos países del continente europeo.
Aunque todo hay que decirlo, en estos festivales solo incluían de vez en cuando, una prueba de medio-fondo, debido sobre todo a la presión y empuje, de un reducido grupo de atletas, que siempre confiaron, en poder alcanzar el mismo estatus que los hombres, por lo cual aunque muy lentamente, los resultados paulatinamente, iban apareciendo para consolidar este objetivo.
El primer resultado que la IAAF, reconoce en sus archivos sobre esta prueba, se remonta a la lejana fecha del 28 de agosto de 1908, cuando Siína Símola , una atleta finlandesa, consigue en la ciudad de Lieto una marca de 5,45”0 que fue reconocida, como el mejor registro mundial del primer decenio del siglo XX.
Puestos de lleno en busca del origen de esta prueba, encontramos que en todas las décadas posteriores, ya existían algunos resultados, que con el paso del tiempo, una vez contrastada su veracidad, por la Federación Internacional, serian archivados igualmente, en el “Libro de los Records” de la Internacional Athletic Foundation, IAAF.
Como podemos comprobar, las actuaciones del medio-fondo femenino no se detienen, apareciendo cada vez, más nombres nuevos, como fueron los de Lempi Aaltonen, la cual lidera con una marca de 5,43”0, la década de los años 1910-1920, registro conseguido en Harjavalta, el 06-09-1913, continuando esta progresión, con la atleta rusa Anna Mushkina que con un tiempo de 5,18”2, alcanzado en Moscú el día 19-08-1927, se consolida como la mejor del decenio de 1920-1930, siendo otra compatriota suya, Yevdokija Vasilyeva, la que con la marca de 4,45”2, hace lo propio en la década de los años 1930, concretamente en la misma capital moscovita, el día 19-09-1937, por lo que se puede considerar a todas ellas, como los referentes mundiales del mediofondo femenino.
Pero como en todos los ordenes del deporte, también en el nuestro, van apareciendo nuevas practicantes y nuevas técnicas de preparación, que son muy bien aprovechadas por las nuevas promociones, con lo cual esta especialidad, se consolida cada vez más en su ascensión, siendo en los años de 1940-1950-1960, cuando la mejoría en los listados de mejores marcas, son cada vez mas evidentes, como lo justifican los tiempos de Olga Ovsyannikova de la URS, con 4,37”8 en Londres, el 15-09-1946, como así mismo, de la inglesa Diane Leather, con 4,29”7, alcanzado en el estadio de White City, de la misma capital inglesa, el día 19-07-1957.
Igualmente por primera vez aparece el nombre de una atleta fuera de la órbita europea. Se trata de la neozelandesa, Marise Chamberlain, que con 4,19”0 en Perth el día 08-12-1962, abre el camino para internacionalizar esta emblemática prueba, por todos los entornos atléticos del mundo.
Posiblemente nada de esto hubiera sido posible, sin la intervención de un grupo mayoritario de las mejores atletas mundiales, de todas las disciplinas atléticas, lideradas por la francesa Alice Milliat, que supo reconducir magistralmente, este movimiento del colectivo femenino, llegando a crear su propia federación (ESFI) fundada en París el año 1921, como así mismo sus propios “Juegos Mundiales”, que se organizaron intercalados cada cuatro años, entre los oficiales que organizaba el COI.
Estos eventos tuvieron hasta cuatro ediciones, París en 1922, Göteborg en 1926, Praga en 1930 y Londres en 1934, con un grandísimo éxito de participación y de asistencia de público, que se convirtieron en un auténtico tormento para el COI, que no tuvo más remedio, que claudicar y asumir bajo su control, a este atletismo femenino, que todos deseaban.
Una parte muy interesante de todo este contencioso, se puede constatar, entrando en el índice general de esta misma página de “Noticias” con fecha de 14/06/2006, donde se encuentra un detallado documento, de esta increíble historia, que no solo afectó a esta prueba del 1500 metros, sino a todo el atletismo femenino en general.
Algunos de estos registros expuestos anteriormente, proceden de los archivos de la “Federación Internacional de las Mujeres” ESFI), desaparecida el año 1938, una vez, aceptado por parte del COI, la presencia femeninas en unos Juegos Olímpicos Amsterdam de 1928 , como así mismo años más tarde, decidir la IAAF, asumir bajo su mandato, todos los movimientos atléticos de las mujeres.
Pero no sería, hasta el día 3 de junio de 1967, cuando se homologaría, por primera vez en la historia, una plusmarca mundial absoluta, al conseguir en la ciudad de Chiswick, la atleta británica, Anne Smith, una marca de 4,17”3, lo que suponía el punto final de una atípica situación, que nunca debió de haberse producido.
EL COMIENZO DE UNA ETAPA MUY CONFLICTIVA DEL MEDIO-FONDO FEMENINO
No tardaría en pasar demasiado tiempo, en aparecer en la cima de los listados de mejores marcas internacionales, los nombres de atletas de la Europa Oriental, y de la Unión Soviética, que salvo la aparición de la italiana Paola Pigni 4,12”4 en 1969, fueron junto a la atleta checoslovaca Jaroslava Jehlickove, con 4,10”7 y la alemana oriental Karín Burneleit, con 4,09”6, quienes acapararon todos los records mundiales, durante un largo periodo de casi veinte años, como así mismo, despertar la atención mundial, por la facilidad en conseguir este abrumador dominio. Esto llevó a considerar esta etapa, como una de las más conflictivas y oscuras en esta especialidad.
Durante cerca de dos décadas, este acaparador dominio de las atletas de URS, lideradas por Lyudmila Bragina con 4,01”4 en 1972, y Tatyana Kazankina, primera mujer en bajar de los cuatro minutos, con un tiempo de 3,56”0 en la localidad de Podolsk, en este mismo año,tiempo que aún elevó posteriormente, hasta el increíble crono, de 3,52”47, el día 13-08-1980 en Zürich. Como se puede apreciarse este dominio fue total.
Estos resultados tan espectaculares, provocaron que durante mucho tiempo se hablara profundamente, de los numerosos interrogantes, que se cernían sobre la progresión de esta prueba, y de los sistemas de preparación junto a otros estímulos, que fueron los que provocaron esta vorágine de récords mundiales, por todo el sector de la Europa oriental. No obstante nunca se pudo comprobar nada irregular, salvo la negativa de Tatyana Kazankina, de pasar un análisis antidopaje en París, después de ganar una prueba de fondo el año 1984, ya casi al final de su trayectoria atlética, por lo cual fue sancionada por la IAAF. Esto supuso el punto final de su trayectoria atlética, después de ganar, 4 Medallas de Oro en los Juegos Olímpicos y conseguir cuatro plusmarcas mundiales.
OTRA ETAPA IGUALMENTE CONFUSA LLENA DE DUDAS
Mientras todo esto sucedía en Europa, también fuera de nuestro continente, especialmente en China, se tomaba buena nota de todo lo que sucedía, por el continente europeo, observando sus puntos conflictivos y las dudas que todavía hoy, nadie tiene muy claras.
Después del récord mundial de la rusa Tatyana Kazankina de 3,52”47 logrado en Zürich el año 1980, aparecen sorpresivamente un grupo de atletas chinas, que a las ordenes de su entrenador Ma Zuren, arrasan con todo lo que se les pone por delante, en estas pruebas atléticas, para las cuales tanta fortaleza se necesita.
Después diecisiete años de la plusmarca establecida por la rusa Kazankina, marca considerada, casi como intocable, para todas las atletas mundiales de la época, aparecen inesperadamente, un grupo de medio-fondistas y fondistas del país asiático, que crean otro gran revuelo, que todavía en la actualidad, mucha gente no acaba de entender.
Si repasamos la lista de los diez mejores registros de todos los tiempos, veremos en ella a siete atletas procedentes de este país, todas dentro del entorno de un reducido grupo de medio-fondistas, que en un corto espacio de tiempo, el comprendido entre los años 1993 y 1997, acaparan no solo la atención mundial, sino también la preocupación de la Federación Internacional, por este rosario increíbles de marcas, de unas atletas, de las cuales apenas se tenían referencias, de sus registros anteriores.
DOS FIGURAS DEL MEDIO-FONDO MUNDIAL EN ÉPOCAS MUY DIFERENCIADAS
Se tiene que conocer, que la actual recordwomen mundial, Yunxía Qu tenía antes de realizar su actual estratosférica marca de 3,50”46 en Pekín en 1993, un mejor registro anterior de 3,57”08., rebajando de una sola “tacada”, ni más ni menos que siete segundos, gesta inédita en la historia de esta distancia, lo cual reactiva aún más, todas las sospechas que se relacionaban, con un presunto dopaje, que la propia federación china, desmintió categóricamente.
Los argumentos que esgrimió su entrenador Ma Zuren, cuando se le preguntó por esta increíble progresión, de sus atletas, entre las cuales ya emergía con fuerza, no solo la actual plusmarquista mundial, sino también, otra discípula suya Wang Junxia, que pocos días antes pulveriza la plusmarca mundial de los 10.000 metros, con la galáctica marca de 29,31”78, que rebaja el anterior récord de la noruega Ingrid Kristiansen, en más de cuarenta segundos, algo increíble teniendo en cuenta la bondad de la anterior plusmarca, contestó diciendo que todo se debía a una perfecta planificación de entreno, tan fuerte como intenso, que muchos hombres, quizás no serían capaces de asimilar.
Pero si esto fuera poco, otra atleta suya Bo Jiang lograba en Shanghai, otra espectacular plusmarca con 14,28”09, en los 5000 metros, y además para dejar a todos con la boca abierta, se apodera, de la segunda mejor marca universal, en los 1500 metros, con un tiempo de 3,50”98, el día 18 de octubre de 1997, en la misma ciudad asiática.
Cuando se le pregunto a este talentoso entrenador, las preguntas lógicas ante esta impresionante progresión de plusmarcas mundiales, se limito a decir, que el secreto de esta ascensión, eran debido a un fortísimo entrenamiento, y que el único brebaje que solía dar a sus atletas, que casi todo el mundo consideraba como dopaje, era un condimento compuesto con arroz aliñado, con una esencias extraídas de unas plantas selváticas, de una estofado de carne de perro y caldo de pollo. Todo lo demás según él, era hablar por hablar.
Pero lo cierto es que todas las marcas de sus alumnas sucedieron en el año 1997, siendo la retirada de alguna de ellas, muy prematura por su edad, dado que todavía podían competir unos cuantos años más, lo que no ayudó demasiado, para despejar ciertas dudas. Como no existieron pruebas contradictorias, la IAAF no tuvo otra solución, que aceptar estos registros
LO QUE PUDO HABER SIDO Y NO FUE
En contraste con el masculino, que desde hace décadas siempre estuvo en lo alto de los rankings internacionales, el 1500 metros femenino, quizás sea la prueba femenina que menos avances ha tenido en los últimos años. El hecho de tener una sola atleta por debajo de los 4 minutos, habla por si solo, de la precariedad que tenemos en esta disciplina. Nuestras mujeres tienen una gran capacidad para la practica de las carreras a pié, como siempre ha quedado demostrado, tanto en las pruebas de pista, de ruta o de campo a través, pero el estancamiento, en medio fondo esta a la vista de todos.
Es evidente que detrás de Natalia Rodríguez, encontramos atletas que por el motivo que sea, no acaban de despegar. Es cierto que los nombres de Nuría Fernández, las hermanas Iris y Zulema Fuentes – Pila, Mayte Martinez, Élian Pérez, Irene Alfonso, Isabel Macías, entre otras, casi siempre nos ofrecen más alegrías que decepciones, si nos referimos a sus clasificaciones, en las muchas competiciones en que participan, pero si hablamos de marcas, aún les falta este punto de calidad, que solo otorgan las marcas realizadas en pista al aire libre, que es donde se refleja todo el trabajo programado y dirigido por sus entrenadores, los cuales, aún tienen por delante un amplio campo de mejora para esta disciplina.
Una muestra de que existe calidad, siempre la hemos tenido, en todo aquello que se refiere a las carreras a pie. Basta recordar lo nombres de Belén Azpeitia, Carmen Valero, Coro Fuentes, Julia Vaquero, Mayte Zúñiga, Pilar Fernández,Encarna Escudero, Rosa Colorado, Mercedes Calleja, Asunción Sinovas, para considerarlas entre otras, como las verdaderas pioneras de la época moderna, de esta emblemática prueba en nuestro país, y el referente a seguir de todas nuestras especialistas.
Actualmente, siempre hablando del medio-fondo español, el panorama de cara a los “Juegos de Londres” de 1912, no es demasiado optimista, pero de nuestras chicas, en cualquier momento antes de llegar a la cita londinense, se puede esperar cualquier cosa, entre ellas la aparición de algún nuevo talento, como siempre ha sucedido en nuestro deporte.
Fue una auténtica lástima la mala suerte de Natalia Rodríguez, en un mundial que ya tenía prácticamente en su bolsillo. Nuestra campeona no se equivocó como muchos entendidos han propagado por diferentes entornos. El intentar pasar por la izquierda a la atleta keníata no esta prohibido, ni en la recta de llegada ni en ningún otro punto de la prueba. Lo que si puede suceder, es que este adelantamiento, puede provocar aunque sea involuntariamente, la caída de otra atleta, por lo cual esto sí, es motivo suficiente, para descalificar, diga lo que se diga, pero si no hay caída se puede adelantar por donde a uno le dé la gana.
El caso de Natalia fue de auténtica mala suerte y punto. Ella demostró ser la más entera de todas y por esto aguanto hasta el final. Uno que durante muchos años a participado en los mas importantes “Meetings Internacionales”de alto nivel,. ha vivido muchas de estas situaciones y puedo decir que si no hay caída, y llegas primero has ganado. Al mismo Fermín Cacho, en los Juegos de Barcelona-92, que le digan por donde paso antes de llegar a la recta final, y lo que os contestará…. Nuestra campeona no se equivocó, pues tenía paso suficiente para intentar hacerlo por adentro, pero la suerte no estuvo de su lado.
UNA ATLETA EMBLEMÁTICA QUE ROMPIÓ UNA TRADICIÓN
La celebración de los “Juegos Olímpicos de Barcelona-92”, entre las grandes sorpresas que nos deparó, destaca poderosamente la victoria de la atleta argelina Hassiba Bourmerka, una mujer luchadora y símbolo de la resistencia femenina frente al integrismo islámico.
Esta gran campeona argelina, además del oro de Barcelona, logro coronarse como campeona mundial en Tokio-1988 y Göteborg-1989, consiguiendo además, por dos veces consecutivas, los títulos de Campeona de Africa en 800 y 1500 metros. No obstante estos grandes activos representado a su país, se vio obligada a trasladar su residencia a París, debido a las amenazas que recibía de los grupos fundamentalistas, que según su religión prohíbe a las mujeres correr en pantalón corto y acudir en actos públicos sin velo.
Una vez retirada de la actividad competitiva Hassiba Boulmerka continua con su lucha para la incorporación de mujeres al deporte, como una forma de combatir el machismo dominante de los hombres.
Esta emblemática atleta recibió, en el año 1995 el “Premio Príncipe de Asturias”no solo por sus grandes cualidades como atleta, sino también por sus valores humanos.
Barris.org. Referentes históricos de los 1500 femeninos. España. Recuperado de: http://www.barris.org/index.php/es/pruebas-historia/96-espanol/espanol-pruebas-historicos/327-1500-metros-femenino