FUENTE: Barris.org
Si tenemos que hablar de la prueba más conflictiva que tuvo que afrontar la Federación Internacional, para asumirla bajo su control, esta es sin duda, la de los 800 metros femeninos, donde tanto el presidente del CIO, Pierre de Coubertín, como su sucesor Henri de Baillet-Latour, les vino como caída del cielo, las reticencias del Papa Pío XI, que no veía con buenos ojos, estos esfuerzos físicos de las mujeres. Su Santidad también quiso intervenir, para evitar esta dimensión mediática, que estaba provocando esta polémica decisión, entre toda la ciudadanía mundial.
Una cosa tan natural, como es la participación de la mujer para la práctica atlética, con un calendario de pruebas, al igual que los hombres, es un hecho, que todavía hoy cuesta entender, cuando ves que una mujer, corre más rápido, que muchos hombres, en una prueba tan dura, como la maratón.
LOS PRIMEROS JUEGOS OLÍMPICOS, CON PARTICIPACIÓN DE ATLETAS FEMENINAS, EN AMSTERDAM DE 1928
COMIENZA UNA NUEVA ERA PARA EL ATLETISMO FEMENINO
Ante las fuertes presiones ejercidas, en todo el ámbito atlético internacional, una vez más la IAAF, tuvo que dar su brazo a torcer, y poco a poco, fue introduciendo alguna prueba femenina, en sus programas, procurando siempre escoger, lo que ellos consideraban, como más suaves y correctas, como los 100 metros lisos, longitud, altura, algún relevo corto, pero nunca con distancias superiores a los 200 metros.
Pero ante el clamor general, no había otro remedio, que alargar esta última distancia, siendo su prueba de fuego, el programar por primera vez, en los “Juegos Olímpicos de Amsterdam” de 1928, junto con otras cinco pruebas, la de los 800 metros lisos, que consideraban como una barbaridad para la mujer.
La presencia de once participantes de varias nacionalidades, fue en cierta forma, como un “Boomerang” para ellas mismas, a la vez que un sedante para la IAAF, dado que efectivamente, la llegada de esta prueba, fue muy dramática, con las atletas extenuadas tumbadas en el suelo, siendo precisa la asistencia de los servicios médicos, para ayudarlas en su recuperación.
Una escena que nunca debió de suceder, pero que fue como agua bendita para los oportunistas de turno, para echar aún más leña al fuego, en este controvertido tema de la paridad de género Al día siguiente, un acreditado periodista, cuyo nombre no vale la pena mencionar, supo sacar fruto de esta imagen, con un contundente comentario, cuyo titular decía.
“Ayer, allí abajo corrieron 11 desgraciadas mujeres, cinco de las cuales abandonaron antes del final y otras cinco se desmayaron tan pronto cruzaron la meta”
Sin duda esta fue la excusa perfecta, para que los talentosos miembros, de la Federación Internacional, según ellos cargados de razones, decidieran quitar del calendario olímpico, esta prueba que no volvió a ver la luz olímpica, hasta 32 años más tarde, en los “ Juegos Olímpicos de Roma de 1960.
No obstante el tiempo de la vencedora Karoline “Lina” Radke, de 2,16, 4/5 fue homologado como primer récord olímpico y mundial, que perduró durante 16 años, cuando apareció otra gran campeona, la sueca Anna Larsson, apoderándose del mismo con un tiempo final, de 2,13,8 conseguidos en Estocolmo, el 30 de agosto de 1945, después de haberlo batido previamente otras tres veces.
DESPUÉS DE 32 AÑOS, EL MEDIOFONDO FEMENINO, VUELVE A ESTAR PRESENTE EN UNOS JUEGOS OLÍMPICOS
Entre el paréntesis forzado por la II Guerra Mundial, el atletismo femenino seguía progresando continuamente, llegando incluso a participar en pruebas de maratón, con registros muy meritorios, como antaño lo hizo la británica Violet Piercy, que el 3 de octubre de 1926 en Chiswick, consigue un tiempo de 3h. 40,22. Más tarde y lideradas por la americana, Merry Lepper en 1963, y la noruega Grete Waitz en 1979, se incorporan otras atletas de otros países hasta conseguir que en 1972, esta prueba fuera admitida como otra disciplina más, en el calendario olímpico, rompiendo con la vieja teoría, de que las mujeres no podían competir en pruebas superiores a los 200 metros, por el peligro que esto entrañaba, para su propia salud.
El triunfo definitivo de esta lucha llegó, cuando en los “Juegos de Los Ángeles de 1984” junto a las pruebas ya oficiales, de 400, 800,1500, y 5000 metros, se pudo añadir por fin, a la más agotadora y dura de todas las pruebas, como siempre ha sido considerada la de maratón, que ganó la norteamericana Joan Benoit, con un registro de 2h. 25,52.
Como dato anecdótico se tiene que decir que los 10.000 metros, tuvieron que esperar un poco más para ser reconocidos, por el CIO dentro del olimpismo. Concretamente, hasta los “Juegos de Seúl de 1988”, donde ganó la soviética Olga Bondarenko, con 31,05,21
APARECEN LAS GRANDES CAMPEONAS DEL MEDIO FONDO MUNDIAL
Una vez con la luz verde por delante, esta disciplina, que junto con los 1500 metros, siempre tienen una gran aceptación, por su espectacularidad, nunca dejó de estar presente, en todos los grandes meetings mundiales, sobresaliendo en un principio por encima de todas, las atletas provenientes, de los países de la Europa Oriental, de manera muy especial, las de la Alemania del Este, Unión Soviética y países de su entorno político y deportivo.
Ya en plena década de los años 1960, los nombres de Dixie Willis de Australia con 2,01,2 en Perth el 03-03-1962, de la britànica Anne Packer, con 2,01,1 en Tokio el 20-10-1964 y la yugoslava Vera, Nikolic con 2,00,5 en Londres el 20-07-1968, son las grandes dominadoras, antes de que por primera vez en la historia, una atleta bajara de los 2 minutos, gesta que correspondió a la alemana federal, Hildegard Falck, con 1,58,5 en Stuttgart el 11-07-1971.
Pero quizás sea la década de 1970, cuando entramos en la etapa dorada del 800 metros, con el dominio aplastante como queda señalado anteriormente, de las atletas del Este, las cuales se pasan el récord mundial de unas a otras. Los nombres de Svetla Zlateva de Bulgaría, Valentona Gerasimova, Tatyana Kazankina y Nedezhda Olizarenko todas ellas de la URSS, esta última ya con una gran marca de 1,53,43 en Moscú, el 27-07-1980, hasta llegar a la checa Jarmila Kratochvilová con 1.53,28 actual récord mundial, que alcanzó el 26-07-1983 en Munich.
Esta gran atleta que también ostento la plusmarca mundial de los 400 metros lisos, con un registro de 47,99 logrado el 10-08-1983 en Helsinki, tuvo que abandonar la competición atlética, con una asignatura pendiente de aprobar, que no era otra, que cumplir su sueño, de proclamarse campeona olímpica.
LA ACTUAL CAMPEONA Y RECORDWOMEN MUNDIAL
NUESTRAS MUJERES EMPIEZAN A DESPERTAR
Mientras todo esto sucedía allende nuestras fronteras, también en España, con todas las desventajas, más de una vez expuestas, de nuestra precariedad atlética, empezó la esperada recuperación del tiempo perdido.
Los primeros movimientos, empezaron pocos años antes del estadillo de nuestro conflicto bélico. Salvo alguna breve aparición como la de Joaquina Andreu , hermana del prestigioso corredor de fondo catalán, Manuel Andreu, que consiguió en Barcelona, el 31 de mayo de 1936, una marca de 2,36,2 en el que quizás fuera, la última competición atlética de esta década,.dado que nada más se supo de nuestro atletismo femenino.
Hay que conocer que en aquellos años, la prueba habitual en distancias largas en pista, en nuestro país, se centraba en los 600 metros lisos, cuya mejor marca, la consiguió en Barcelona, Rosa Raventós, con 1,58,0 en el transcurso del año 1933.
EL PROMETEDOR INICIO DE NUESTRA RECUPERACIÓN
A partir de aquellos primeros pasos, el atletismo femenino en nuestro país, tuvo un estancamiento excesivamente largo, que empezó a despertar en las décadas de 1960 y 1970, cuando los nombres de las guipuzcoanas María Aranzazu Vega ,Coro Fuentes, a las cuales siguieron Belén Azpeitia, cuatro veces Campeona de España, que conjuntamente con Josefina Salgado, otra gran atleta de aquella generación, encabezaron el ranking español, con registros muy notables, que dado por sus ímpetus, era previsible que esto sucediera.
Muy rápido siguieron su ejemplo, Carmen Valero la primera atleta española, en participar en unos Juegos Olímpicos, concretamente en Montreal, en 1978, teniendo en cuenta que esta distancia no era la suya habitual, pero que ya tenía una marca de 2,04,12. No se tardó demasiado tiempo, cuando otra de las grandes en esta distancia, Rosa Colorado, con una marca de 2,00,33 conseguida en Oslo el 04-07-1987 estando muy cerca de ser la primera española en bajar de los 2 minutos.
Solo se tardó un año, para que este tope fuera superado, lo cual consiguió, nuestra más completa medio-fondista de todos los tiempos, Mayte Zúñiga, cuando en Sevilla, el día 1 de junio de 1988, consigue la plusmarca nacional, con la extraordinaria marca de 1,57,45, con la cual le da el tono de calidad, que tanto necesitaba nuestro atletismo.
Actualmente este récord esta resistiendo todos los intentos de Mayte Martinez, 1,58, 29, Nuria Fernández, 2,00,35, Irene Alfonso, 2,01,54, Margarita Fuentes Fila, 2,01,76, y Esther Desviat 2,02,20, entre otras destacadas especialistas, que sin duda, lo van a intentar, pero que de momento, después de 21 años, aún se mantiene inamovible.
Nunca hay que olvidar que los récords, siempre se establecen, para que otras lo mejoren, por lo que no existe duda, que con este plantel de especialistas, que están surgiendo por todas las Autonomías españolas, saldrá en su momento, la digna sucesora, de nuestra emblemática campeona.
LA MEJOR MEDIO FONDISTA ESPAÑOLA DE TODOS LOS TIEMPOS
Barris.org. Referentes históricos de los 800 metros lisos femenino. España. Recuperado de: http://www.barris.org/index.php/es/pruebas-historia/96-espanol/espanol-pruebas-historicos/320-800-metros-femeninos