REFERENTES HISTÓRICOS DE LOS 400 METROS MASCULINOS: UNOS INICIOS COMPLEJOS

FUENTE: Barris.org

Desde un principio, esta prueba contó con el apoyo de todos los aficionados dada su espectacularidad y característica de la misma. Cómo no podía ser de otra forma, la incidencia mediática de esta prueba la asumieron, tanto los Estados Unidos como Inglaterra, donde eran muy frecuentes los desafíos e intentos de mejora de récords.

Hay que mencionar que los primeros intentos se realizaron en linea recta, por parte de los atletas profesionales, y también por algunos amateurs, siendo lo mejor de todos, el crono establecido por el británico Richard Buttery el día 04-10-1873 en la ciudad de Gateshead, con 48,1 sobre distancia medida por yardas (400 y. = 365.76 m.).

Pero si intentamos buscar la mejor marca del Siglo XIX, esta la encontraremos con el británico Edgar Bredin, cuando el 22-06-1895 consigue en Londres un tiempo de 48, seg. que constó como la mejor, según los estadísticos de la época, pero nunca como plusmarca mundial.

Hay que hacer constar, que hasta los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912, no se homologó ninguna plusmarca. Fue el americano Charles Reidparth quién tuvo el honor de asumir el primer récord oficial del mundo, al ganar la medalla de oro con un tiempo de 48,2 seg. el día 13-07-1912.

Hay que hacer constar, que hasta los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912, no se homologó ninguna plusmarca. Fue el americano Charles Reidparth quién tuvo el honor de asumir el primer récord oficial del mundo, al ganar la medalla de oro con un tiempo de 48,2 seg. el día 13-07-1912.

Hasta esta fecha, multitud de atletas van rebajando constantemente las marcas establecidas, pero siempre sin el respaldo oficial, dada la complejidad de las pistas, las distancias medidas por yardas o métricas, como así mismo por su cronometraje no siempre correcto, lo cual motivó que muchas marcas no fueran homologadas como registros oficiales.

Esto explicaría que en los libros históricos de aquellas décadas, aparecen algunos registros superiores a los reconocidos como auténticos, dado que en aquella época la estructura federativa mundial estaba siempre en formación por disparidad de criterios.

 

UNA ANÉCDOTA HISTÓRICA

Cómo en casi todas las disciplinas atléticas, que siempre dejan una estela de anécdotas y curiosidades, también en esta de los 400 metros, surgió una de inesperada que incidió en la reglamentación de la misma.

Hasta los Juegos de Londres de 1908 todas las pruebas sobre esta distancia, eran disputadas por calle libre, o sea, sin calles prefijadas como en la actualidad. En la final de esta prueba disputada a la capital londinense, uno de los favoritos el inglés Wyndham Halswell, se encontró en la recta final con los americanos Carpenter, Robbins y Taylor, entre otros atletas, y cuando parecía que su victoria era un hecho incontestable, el americano Carpenter impidió que lo rebasara interponiendo el codo y los brazos para impedirlo, por lo cual los jueces decidieron suspender la prueba y repetir la final una hora más tarde.

Después de muchas deliberaciones se decidió la repetición, pero con la descalificación del americano, cosa que no aceptaron de buen grado sus compatriotas y otros atletas, Efectivamente se repitió la salida pero sin la presencia de ninguno de los clasificados que solidarizándose con el americano, decidieron no tomas la salida.

LA SOLEDAD DE UN CAMPEÓN OLÍMPICO

La polémica viene dada porque según los americanos, sus reglamentos permiten la carga con el hombro, mientras que en  Europa esto está prohibido. Este intercambio de interpretaciones originó que por primera vez, una atleta ganara la medalla olímpica, corriendo en solitario y sin rivales que le molestaran. El tiempo de Halswell fue de 50,2 seg.

A partir de este momento la Federación Internacional decidió que en el futuro esta prueba fuera disputada por calles igual como sucede con los 100 metros lisos, para evitar estos altercados, que en esta ocasión incidieron en este hecho histórico.

EL DOMINIO AVASALLADOR DE ESTADOS UNIDOS

Nunca se dio en una disciplina atlética, un dominio tan agobiante como el ejército por los atletas norteamericanos desde los orígenes de esta prueba. Lo atestiguan los 19 títulos olímpicos, los actuales 10 atletas “All Time” con 9 norteamericanos, como así mismo la presencia de sus mejores atletas en los ránkings mundiales de los Siglos XIX, XX, XXI, en los cuales dominaron totalmente.

Actualmente la plusmarca mundial absoluta esta en posesión del atleta sudafricano Wayde van Niékerk con el asombroso tiempo de 43,03 récord mundial y olímpico alcanzado en los Juegos de Rio de Janeiro de 2016.

Pero esta evidente superioridad de los atletas norteamericanos, no fue suficiente para que en el resto del mundo, el progreso quedara colapsado.

Muchos países en el, ámbito atlético mundial en en sus competencias con los atletas yanquis, encontraron una superación para acercarse cada vez más este domino que parecía no tener fin,  hasta que esta nueva perla sudafricana Van Niékerk ha demostrado de una forma rotunda, que tanto en el atletismo como en otros deportes las plusmarcas están para que otros las superen.

Actualmente y desde hace años, todos los países de la zona del Caribe son una fuente inagotable de nuevos talentos, que sin duda van a incidir para seguir ocupando los listados más altos de los rankings mundiales.

Nombres como Arthur Wint, Hert McKenley, George Rhoden, Berd Camerón, Nesta Carter,son un ejemplo, de la riqueza que atesora esta inacabable fuente de grandes atletas, que es esta zona caribeña, que a parte de sus grandes velocistas, encabezados por el mismo Usain Bolt o Asafa Powell, existen otras grandes estrellas que han incidido en este progreso que por fín, ha puesto el freno al dominio absoluto que ejercían los poderosos atletas de USA.

Junto a ellos no podemos olvidar al cubano Alberto Juantorena o al atleta de Grenada, Kirani James, Este último, el único especialistas intercalado entre la élite de Estados Unidos en el listado de los 10 mejores “All Time”, fue el ganador de una medalla de oro, en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.

 

EL PROGRESO EN NUESTRO PAÍS HASTA 1940

Cómo ha sucedido en otras muchas disciplinas de nuestro calendario nacional, encontrar los ancestros de esta prueba es un poco complicado si quieres dejar reflejada su verdadera exactitud.

Es conocido que en el primer decenio de 1900-09 ya hubo unos tímidos movimientos destacando una marca de 60,8 de Zabala conseguida el 25 de abril de 1909 en un “Campeonato de Sports” de Madrid. Pero en aquella época era difícil homologar marcas dado que la mayoría de ellas, eran sobre asfalto en linea recta, o pistas habilitadas en campo de tierra, la medición de las cuales era también muy complicada.

Era por estas dificultades técnicas, que la mayoría de mejores de marcas, no podían tener la confirmación oficial necesario para ser incluidas en los listados de mejores marcas de la época. Sin embargo los nombres como Carlos Comamala, Cosme Duñabeitia, Carlos Gil, el guipuzcoano Isidro Eizaguirre o Sócrates Quintana siempre serán recordados como auténticos referentes de esta espectacular prueba.

En principio es recomendable como dice José Corominas en su libro “Mediano Siglo del Atletismo Español”, empezar a oficializar listados partir de José Luis Elósegui el cual consiguió un tiempo de 59,8 en una eliminatoria de los “Juegos Madrileños”,en 1914.

Un año más tarde aparece en el horizonte de esta prueba, un atleta catalán, Leandro Coll con unas grandes condiciones para esta prueba, que consigue un tiempo de 55,2 en el Parque de la Ciutadella de Barcelona, donde habitualmente se disputaban todas las carreras a pie del calendario atlético.

Pero no sería hasta los Campeonatos de España disputados en el campo de Atocha en San Sebastián, cuando apareció un nombre que tuvo el dominio de esta prueba hasta muy entrada la década de 1930. Su nombre Miguel García, que consigue ante la expectación de todos, el título nacional, con un tiempo de 51,8, el 25 de julio de 1920.

Esta marca de Miguel García, estuvo ocho años sin peligrar, siendo el catalán Joaquín Miquel cuando el día 15 de julio de 1928 lo rebajó hasta un crono de 50,1.en Tolosa. Pero muy rápido otra vez, Guipúzcoa recupera esta marca por mediación de Fernando Labourdette cuando en un festival en Bolonia, gana su prueba con el tiempo de 50,0 seg. marca, que cerró una época en la década de 1930. A partir de este instante y motivado por la explosión del conflicto bélico español, todo el atletismo nacional quedó forzosamente paralizado.

 

 

LA PROGRESIÓN EN LA POSGUERRA

Con la reanudación de todas las actividades políticas y deportivas en España, aparece en el firmamento atlético español, un joven gallego llamado Ramón “Moncho” Rodríguez que deslumbra a todos los técnicos por su enorme coraje y fuerza, elementos básicos, para destacar en esta prueba, el cual aprovechando una competición celebrada en Milán en 1942 se proclamó «Campeón Europeo de la Juventud» con el extraordinario tiempo de 49,2.

Posteriormente este gran atleta, se mantuvo como campeón español en 1943, 1944, 1946, 1947 manteniendo el récord de los campeonatos hasta 1961. En el encuentro contra Portugal del año 1946 en Barcelona, se levantó con la victoria con un extraordinario tiempo de 49,0 seg., plusmarca que perduró hasta el año 1959, en qué fue mejorada por el madrileño Jesús Rancaño con un crono de 48,9 seg, dando comienzo a una nueva época atlética en esta impactante prueba.

 

 

EMPIEZA EL DESPEGUE EN ESPAÑA

 

La aparición de Jesús Rancaño en la tabla de rankings nacionales fue un gran balón te oxigeno para esta disciplina, que estaba pasando una etapa muy opaca a pesar de la mejora de alguna marca, porque la ilusión de todos radicaba que España, tendría que tener sus plusmarcas a tono con la de muchos países europeos, que globalmente inferiores a nosotros, pero que aún nos superaban en algunas marcas, en sus tablas de récords nacionales.

Jesús Rancaño un atleta al que tanto hay que agradecer, por su entrega y su constancia, consigue en la España-Austria celebrado en Viena en 1960, igualar el récord que poseía entonces José Luis Martínez, un especialista de 800 pasado al 400 con un tiempo de 48,8 A continuación en Madrid dentro del mismo año, Jesús Rancaño consigue en el “Trofeo Canguro”, mejorar esta plusmarca, con el buen tiempo de 48,5, señalando nuevos caminos que hasta entonces, como queda dicho,estaban un poco complicados.

 

GRANDES REFERENTES DE LOS 400 METROS EN ESPAÑA

El decenio de 1961 se considerado en la cronología española, como una época de esplendor de esta segunda parte del Siglo XX. Por siete veces fue mejorado el récord español por tres atletas, las mejores marcas de los cuales fueron Jaime López Amor, 48,5 , Virgilio González Barbeitos 47,5 y Ramón Pérez también con 47,5.

Otros atletas como J.F. Suarez Garrudo, Ramón Magariños, Manuel C.Gayoso, Rogelio Rivas, Pedro Arteaga y Angel Gabernet, fueron grandes activos que mucho tuvieron mucho que ver para la mejora colectiva del cuatrocientos español.

No hay duda que esta legión de especialistas, dejó muy bien marcada la senda por donde aparecerían los actuales especialistas, que con las pistas sintéticas en vigor, conseguirían grandes registros, muy difíciles de conseguir en pistas de ceniza.

Estos nombres fueron David Canal (45,01) Antonio Sánchez (45,41) Ángel Heras (45,54) Salvador Rodríguez (45,95) y Antonio Reina (45,98), todos ellos como únicos atletas españoles por debajo de los 46 seg., los cuales pueden ser considerados como los dignos escuderos, que abrieron el paso al atleta de Reus, Cayetano Cornet, que con su marca de 44,96, conseguida en Barcelona el 12 de agosto de 1989, dejó patente la bonanza de esta marca, que todavía hoy, perdura como récord español absoluto, después de 36 años.

Barris.org. Referentes históricos de los 400 metros masculinos: unos inicios muy complejos. España. Recuperado de: http://www.barris.org/index.php/es/pruebas-historia/96-espanol/espanol-pruebas-historicos/249-400-metros-masculino